Acábense las etapas y acercámosnos a Santiago. Lo tradicional, nuestra particular madrugá.
Encaminamos los nuestros pasos hacia O Pedrouzo siguiendo el reguero constante de eucaliptos que alegran nuestros orificios nasales de aromas frescos y mentolados.
Desayuno frugal a los 6 km., sellaje oficial y a continuar la marcha.
Sobre las 12:00 ya estábamos en destino.
Ahora a comprar, cocinar y comer..., y descansar.